La peste (2013)
Al principio no te desesperas, ni siquiera le das mucha importancia, piensas que se va a pasar solo, como las canciones pegotes, como la pena en las pesadillas. Pero a los tres días o a la semana dices ‘debería hacerme ver’, pero no quieres y en vez de disiparse empieza a colonizar ya tus piernas, ya tus uñas y otros lugares que no imaginabas que lo podían contraer. Una mañana aparece también en las sábanas, luego sobre las cortinas y en los gatos que entran a la casa y en la piel de la vecina. Está en el cartel de la próxima película (en la hermosa piel de los protagonistas) y en las fotos de la revista que deslizan por debajo de la puerta (en los dientes del alcalde). Está en los sonidos (el refrigerador que tiembla en medio de la noche, el golpeteo sincopado de la cama en el piso de arriba), en los olores, en las ideas. Va invadiendo el mundo, se convierte en el mundo, es la retícula de puntos en la que está impreso el mundo. Dejas de verlo. Todos dejamos de verlo.
Igual que antes te despiertas y te levantas, parpadeas y respiras. Pero tampoco piensas en esas cosas.
Por Juan Santapau
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Se recibió una cámara instantánea con dos cargas y una sábana para desarrollar una serie. Porteriormente se invita a un escritor a que haga un texto al respecto.
Serie desarrollada por invitación de Citypulse Art.